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Las 6 fases del Design Thinking y por qué son importantes

El Design Thinking es una metodología de trabajo que se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años debido a su enfoque centrado en el usuario y su capacidad para generar soluciones innovadoras y creativas. 

A continuación, te explicamos las fases del Design Thinking y te ponemos como ejemplo el caso de una empresa de logística que puede utilizarlo para diseñar una aplicación móvil que permita a los clientes hacer seguimiento de sus envíos en tiempo real. 

¿Cuáles son las fases del Design Thinking?

Como todo proceso tiene sus fases y el Design Thinking no iba a ser menos. Así que vamos allá: 

Fase 1: Empatizar

Toda empresa debe conocer y comprender las necesidades, deseos, limitaciones y expectativas del usuario final. 

Por eso, la empatía es clave para diseñar soluciones efectivas, ya que permite identificar los problemas reales que los usuarios enfrentan en su día a día.

Para ello es necesario realizar investigaciones de campo y entrevistas a los usuarios, observar sus comportamientos y experiencias, y ponerse en su lugar para entender sus perspectivas y necesidades. 

En el caso de la empresa de logística, el equipo de desarrollo de la aplicación puede servirse de técnicas como la observación y la entrevista para entender las necesidades y deseos de los clientes en cuanto al seguimiento de sus envíos.

Fase 2: Definición del problema

En esta fase, se utiliza la información obtenida en la fase anterior para establecer una definición clara del problema y específica para poder generar ideas efectivas en la siguiente fase. También se definen los objetivos que se quieren lograr con la solución propuesta.

Para nuestro ejemplo, uno de los propósitos puede ser el de reducir el tiempo que los clientes tardan en obtener información sobre sus envíos.

Fase 3: Ideación. 

El problema ya se ha definido, así que es el momento de comenzar a pensar en soluciones. No pongas límites, puesto que cuanto más amplio sea el rango de ideas, más creativas, innovadoras y efectivas serán las soluciones.

Para lograr esto, puedes emplear diferentes técnicas de pensamiento creativo, como el brainstorming o el mindmapping. 

En el caso de la empresa de logística, una de las ideas sería la de crear un sistema de seguimiento de envíos en tiempo real a través de una aplicación móvil para los clientes. 

Fase 4: Prototipado

En esta etapa se crea una versión tangible de las ideas que se generaron en la fase anterior. 

A esta versión se la conoce como prototipo y puede ser un dibujo, un modelo en papel o un diseño en un software, que posibilite visualizar la idea de manera más concreta.

Esto se realiza con la intención de obtener una retroalimentación temprana de los usuarios para saber qué soluciones son las más efectivas.

En nuestro ejemplo, se podría diseñar una maqueta o una simulación de la aplicación móvil para tener comentarios de los clientes y hacer mejoras.

Fase 5: Prueba

Ahora es el momento de probar los prototipos con los usuarios con el fin de que validen o rechacen las soluciones propuestas, para iterar y mejorar.

En el caso de la empresa de logística, se pueden hacer pruebas de usabilidad de la aplicación móvil con un grupo de clientes y así validar el prototipo que se desarrolló en la fase anterior. 

De hecho, la retroalimentación que se obtiene sirve para iterar y mejorar las soluciones.

Fase 6: Implementación

Una vez que se han probado las soluciones con los usuarios y se han llevado a cabo mejoras, se comienza a implementar lo definitivo. 

En esta fase, el equipo ejecuta las soluciones diseñadas para resolver el problema y mejorar la experiencia del usuario. 

Aquí es clave que el equipo esté comprometido con la implementación y se asegure que se respeten los objetivos establecidos en la fase de definición.

En el caso del ejemplo, una vez que se han implementado las mejoras en la aplicación móvil y nos hemos asegurado de que las funcionalidades imprescindibles funcionan bien, se lanza la aplicación al público en general.

Ya ves que cada fase tiene un objetivo específico y se recurre a diferentes técnicas para lograrlo.

Esperamos que esta explicación te haya servido para comprender mejor cómo funciona el Design Thinking. 

Si tienes alguna pregunta o necesitas ayuda para aplicar esta metodología en tu negocio, no dudes en contactarnos. Estamos aquí para ayudarte a resolver cualquier problema que tengas empleando soluciones tecnológicas efectivas y centradas en las necesidades de tus clientes.

Y tú, ¿utilizas el design thinking en tu empresa?

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Design Thinking: qué es y por qué es importante

¿Te has encontrado en más de una ocasión resolviendo problemas que surgen durante el desarrollo de productos o servicios y no das con la solución adecuada o incluso no sabes dónde comenzar a buscarla? 

Si es así, no te preocupes, porque el design thinking te puede ayudar con ello. 

No cabe duda de que en los últimos años esta metodología se ha vuelto cada vez más popular. Y esto es debido a su capacidad para generar soluciones creativas e innovadoras a problemas complejos. 

En este artículo, te contamos qué es el design thinking y por qué es importante para las empresas y organizaciones de todo el mundo.

Qué es Design Thinking

El design thinking es un proceso que ayuda a extraer, aprender y aplicar técnicas centradas en las personas para identificar problemas, reformularlos y generar soluciones de una manera creativa e innovadora en nuestros negocios, diseños y también en nuestras vidas.

Siendo su principal objetivo el de encontrar estrategias y soluciones alternativas que no son evidentes al instante con su nivel inicial de comprensión. 

Por lo que en ese sentido se considera un enfoque que profundiza en la resolución de problemas a medida que busca comprender a los usuarios y sus desafíos. 

De ahí que el design thinking sea útil para abordar los problemas mal definidos o desconocidos, ayudándote a:

  • Redefinir el problema con una mentalidad centrada en el usuario. 
  • Identificar el desafío que vale la pena resolver.
  • Desarrollar ideas en sesiones de brainstorming.
  • Aplicar un enfoque práctico en la creación de prototipos y pruebas.

Una de las primeras personas en escribir sobre el “Design Thinking” fue John E. Arnold, profesor de ingeniería en el MIT y en Stanford, quien en la década de 1950 buscó una ciencia de la creatividad para avanzar en la ingeniería y la innovación empresarial. 

Arnold fue un pionero que sentó las bases de cómo pensamos sobre el diseño y la innovación en la actualidad.

Por qué es importante el Design Thinking

El design thinking es importante porque facilita que se resuelvan problemas de una manera innovadora y efectiva, ya que al centrarse en el usuario y en la empatía, genera soluciones que satisfacen sus necesidades y deseos. 

Además, insta a que pienses fuera de la caja, profundices un poco más en la resolución de problemas, identifiques contratiempos y formules soluciones alternativas e innovadoras. 

Por eso, al tener este tipo de enfoque se ha ganado una gran popularidad en los últimos años en todo lo relacionado con la resolución de problemas. 

Entonces, ¿por qué es relevante? 

Pues mira, algunas de las razones de su importancia son: 

  • Fomenta la creatividad y la innovación al enfocarse en la generación de ideas diferentes y que se encuentran fuera de lo convencional. Esto ayuda a que se elaboren soluciones nuevas e innovadoras para problemas y situaciones complejas.
  • Se enfoca en la implementación de soluciones eficientes en el mundo real, ya que al prototipar y testear se puede garantizar su efectividad.  
  • Da soluciones centradas en las personas, puesto que el design thinking permite crear aquellas que satisfacen las necesidades y deseos de los usuarios, y esto hace que su experiencia sea mejor.
  • Su versatilidad, porque no se limita a la creación de productos y servicios, sino que puede utilizarse en diferentes áreas e industrias.

Ejemplos de aplicación del Design Thinking 

El Design Thinking se aplica en una amplia variedad de contextos y áreas. Algunos ejemplos incluyen:

  • Creación de productos y servicios. Por ejemplo, si una empresa de tecnología está planteándose desarrollar una nueva aplicación de móvil puede aprovechar esta metodología para sentar las bases del proyecto.  
  • Estrategia empresarial: en este caso el design thinking se usa con el fin de idear soluciones para problemas específicos, como la retención de empleados o mejorar la satisfacción del cliente. 
  • Educación: un profesor puede aplicar el design hinking con el propósito de diseñar un plan de estudios innovador que cubra las necesidades de los estudiantes. 
  • Salud: por ejemplo, para facilitar que la experiencia del paciente sea mejor. 

En conclusión, cualquier empresa puede valerse de esta metodología, ya que se enfoca en que comprendas bien a tus usuarios y crees soluciones basadas en sus necesidades y problemas. 

Después de todo, el éxito de cualquier negocio depende en gran medida de quién compra y utiliza los productos o servicios que ofrece. 

Tu equipo debe diseñar soluciones para los clientes y usuarios. Porque al hacerlo, crecerán las posibilidades de impactar en la activación, retención y crecimiento de los mismos.

Cuéntanos, ¿ya usas el design thinking en tu empresa?